ESTABLECIMIENTO Y MANEJO DEL CULTIVO DE LOMBRICES
Establecimiento del Cultivo de Lombrices
Para el establecimiento o iniciación del cultivo de lombrices, además de la selección de los materiales para la preparación del sustrato que se utilizará como alimento, se requiere de:
- Demarcación y alistamiento de los lechos
- Adquisición de la semilla de lombriz o pie de cría
- Prueba de supervivencia y siembra
El primer paso en la construcción de las camas o lechos es la demarcación.
Esta operación debe dejar plenamente establecido, el ancho y el largo de las camas como también el ancho de las calles o caminos. Para ésta ultima medida es conveniente tomar en consideración si el manejo de la explotación es eminentemente manual o si por el contrario se utilizará maquinaria, ya que para ésta debe haber suficiente espacio para la circulación, giros y retroceso.
La siguiente operación consiste en colocar el sustrato preparado, en el interior de las áreas demarcadas correspondientes a las camas, formando una capa de 10 a 15 centímetros. A este sustrato se le debe mantener la humedad mediante riego.
Adquisición de la semilla:
La semilla constituye el pie de cría que se va a utilizar para sembrar los lechos e iniciar el cultivo.
Se debe asegurar su consecución de un solo proveedor y ojalá de sitio conocido, procurando incluir el mayor porcentaje de lombrices en estado reproductivo.
Cerciórese que la lombriz roja que va a comprar corresponda con el tipo o especie que desea adquirir.
No mezcle nunca la lombriz roja con otras especies de lombrices.
Siembra de lombrices
El lombricultivo se inicia depositando (sembrando) el pie de cría en las camas.
La siembra consiste en incorporar manualmente las lombrices a los lechos una vez realizadas las pruebas que garanticen el estado óptimo del sustrato. No debe sembrarse toda semilla al mismo tiempo, primero debe probarse el sustrato.
Prueba de supervivencia :
Antes de hacer la siembra del pie de cría sobre el sustrato con el cual se prepararon las camas, es importante asegurarnos que el material utilizado reúna las condiciones requeridas por las lombrices. Debe realizarse entonces la prueba que se denomina: de adaptación o supervivencia, conocida comúnmente como Prueba de 50 lombrices (P50L).
Para ello se utiliza una caja de madera (dimensiones de 30 x 30 x 15 cm.), con agujeros de drenaje en el fondo, donde se deposita una capa del alimento de unos 10 centímetros de grosor sobre el cual se colocan 50 lombrices entre adultas y jóvenes agrupadas en el centro de la caja. Si al cabo de 24 horas las lombrices están en buen estado se puede continuar el proceso.
Debe dejarse que las lombrices se introduzcan solas, no preocuparse por cubrirlas.
Las lombrices al introducirse tratarán de descubrir si el nuevo ambiente es adecuado para garantizar primero su permanencia y después su acción productiva. Pasadas 24 horas hay que verificar si las 50 lombrices se encuentran en condiciones óptimas, es decir si están vivas. La condición ideal es que estén vivas la totalidad de las lombrices.
Algunos lombricultores consideran aceptable encontrar máximo 2 lombrices muertas, cuando las otras 48 están en condiciones normales. Su muerte pudo haberse producido por efectos de la manipulación desde la adquisición hasta el momento de la prueba.
Si mueren más de 2 quiere decir que el alimento no reúne aún las condiciones adecuadas y hay que proceder a realizar las correcciones. Por el contrario si todas las lombrices están vivas o al menos 48 y se han distribuido dentro del material, el alimento ha sido correctamente preparado y se puede proceder a la inoculación de las lombrices dentro de las camas.
Para corregir las condiciones inadecuadas del alimento se debe hacer lo siguiente:
- Si el pH es alto (alcalino), agréguele papel periódico picado
- Si el pH es bajo (ácido), agréguele cal y mézclela
- Si es por poca humedad, agréguele agua
- Si tiene exceso de agua, facilite el drenaje rápido
- Si la temperatura del material es alta, deje descomponer durante más tiempo el material del lecho o retire parte de él, dejando una capa más delgada.
Manejo de la Explotación
El manejo consiste, en principio, en alimentar, mantener la humedad en las camas y proteger a las lombrices. A partir del momento en que introducimos las lombrices en el sustrato debemos tener cuidado en cuatro detalles:
- Proporcionarles el alimento necesario, con el % de humedad adecuada y con el debido grado de descomposición.
- Mantener la humedad de la cuna.
- Cuidar el pH. Es conveniente que esté próximo a 7.
- Controlar la temperatura.
La alimentación
Una vez que las camas están inoculadas con lombrices, pasará un tiempo de 7 a 15 días para que las lombrices consuman el sustrato. Cuando el sustrato está consumido se observarán grumos pequeños siendo éstos el indicativo principal de que el lecho no tiene comida, requiriéndose agregar más sustrato.
La comida debe suministrarse cada vez que las lombrices lo requieran, dependiendo de la densidad de población, factores climáticos, etc. Generalmente debe proporcionarse alimento una vez por semana, procurando extender una capa de 5 cm. sobre la superficie del lecho.
La mejor guía para el programa de alimentación es la observación de la cantidad de alimento suministrada, el tiempo en que ésta es consumida y las condiciones de las lombrices, así se tendrá un parámetro con el cual decidir si se aumenta o disminuye la cantidad o los días entre cada suministro.
No sobra recordar la necesidad de controlar, cada vez que se prepare alimento para las lombrices, los requerimientos que en cuanto al grado de descomposición de los materiales orgánicos utilizados, el Ph y porcentaje de humedad se deben observar.
Etapas de expansión y de producción del cultivo de lombrices.
En la cría comercial de lombrices californianas hay dos etapas bien definidas: la de expansión en la que se busca favorecer la multiplicación de las lombrices para ampliar los planteles hasta alcanzar las dimensiones deseadas para el criadero y la de producción propiamente dicha cuando, una vez alcanzado el tamaño óptimo para la explotación, las cunas se inseminan con el máximo de lombrices buscando incrementar la producción de humus antes que el de la población de animales.
Etapa de expansión
Debido a que la lombriz roja es un animal muy prolífico, no es conveniente empezar el lombricultivo con la cantidad total de lombriz necesaria; se aconseja, preferiblemente, multiplicarla en la propia finca.
Si se empieza con muy pocas lombrices se tardará demasiado hasta llegar a conformar un criadero con fines comerciales pero tampoco es bueno empezar con grandes cantidades si no se tiene conocimiento en el manejo de las lombrices. Sin embargo, en opinión de lombricultores con experiencia, cuando se desee un proceso rápido, la densidad de lombrices debe ser alta ya que así el criador inexperto se habituará desde un principio a cómo manejar lechos con dotación completa de lombrices, a los que tendrá que enfrentarse cuando llegue al período de producción plena.
La información a la que se puede recurrir para tener un parámetro sobre la cantidad de lombrices que debe utilizarse por M2 de lecho, al iniciar la explotación, es variada y no recalca sobre un dato que pueda tomarse como la cantidad más adecuada.
Durante la explotación se recomienda mantener densidades entre 10.000 y 15.000 lombrices por M2, pero para la etapa de expansión, al iniciar un nuevo cultivo, se sugiere incrementar el número de lombrices, ojalá en el doble. Lo anterior nos indica, que la cantidad de lombrices por M2 para este período puede estar entre 20.000 y 30.000.
A los 3 meses de puesta en marcha la actividad y de aplicar los cuidados requeridos, el lecho inicial se ha superpoblado haciéndose necesaria la primera división, para lo cual se requiere hacer la cosecha de las lombrices y luego extraer el humus.
De esta primera división, el 50% se utilizará para iniciar un nuevo lecho y el 50% restante para continuar con el lecho inicial. Hecha esta división, cada lecho contará con menos cantidad de lombrices que en el lecho inicial con lo cual se presentan dos situaciones:
- Ahora se cuenta con más espacio para que se reproduzcan las lombrices, aunque el proceso llevará más tiempo (unos cuatro meses y medio).
- Habrá menos requerimientos alimentarios, por lo tanto la comida se suministrará con más días de intervalo.
A los 4 meses y medio aproximadamente, se repite el proceso de cosecha de lombrices y compost pero esta vez se inician 3 lechos. Equivale a tomar una tercera parte de la cantidad de lombriz de cada uno de los lechos existentes y formar un tercero. Como ahora la dotación de lombrices es mayor, aunque todavía no completa, se alimentarán nuevamente una vez por semana
A los 3 meses se agrega un lecho más y serán 4 en total. Es tanto como extraer una cuarta parte de cada uno de los lechos y dar forma al cuarto. Estamos ahora con una dotación completa de lombrices, por lo tanto se puede anticipar que el próximo paso será duplicar.
A los 3 meses duplicamos las literas llevándolas a 8. Se vuelve a un régimen de alimentación cada 12 días y se esperará 4 meses y medio para hacer la nueva cosecha y división. Llegado ese momento y tal como se hiciera anteriormente, de cada 2 cunas se hacen 3 dando una totalidad de 12.
Se va repitiendo esta secuencia hasta alcanzar el tamaño óptimo del criadero. La metodología descrita permite una sólida expansión y a la vez mantener un control adecuado de los lechos. Los esquemas de multiplicación tipo exponencial: 1, 2, 4, 8 no responden a la curva de crecimiento real de las poblaciones de lombrices.
Período de producción
Una vez que la explotación ha alcanzado la dimensión planificada, cada lecho estará casi siempre con su dotación completa de lombrices ya que se tiende a tener el máximo de lombrices produciendo humus. La cosecha se realiza cada 3 meses. Al cabo de este tiempo se extrae el compost para pasar rápidamente un nuevo ciclo.
Es importante tener presente que para que la actividad sea rentable los lechos deben manejarse como unidades de producción de humus con un ciclo de tres meses, al cabo del cual el lombricompuesto es extraído rápidamente aunque no esté totalmente procesado.
El incremento en la población de animales no será tan pronunciado como en el período de expansión, ya que los planteles no cuentan con tanto espacio ni tiempo para reproducirse. Progresivamente comienza a haber un remanente de lombrices que se puede vender a nuevos productores o destinar a la fabricación de alimentos para otros animales.
Extracción de Humus
Al terminar la separación de las lombrices, se procede a retirar el humus (lombrihumus).
Cuando el tamaño de la explotación lo amerite, la extracción del material elaborado por las lombrices conviene hacerlo por medios mecánicos pues permite disminuir costos. En caso contrario su retiro será eminentemente manual.
El Humus se puede utilizar con la humedad que se obtiene (alrededor de 70 A 80%) o rebajarla hasta un 50%, con la cual usualmente se comercializa. Para esto se pueden utilizar secadores solares, como el de tipo parabólico usado para secar café, construido en guadua y plástico o simplemente extendiéndolo sobre el piso o un plástico.
Se debe garantizar que la humedad no baje del 40 %, puesto que todavía hay actividad microbiana que es la que le da la calidad a este producto, como uno de los mejores fertilizantes orgánicos del mundo.
Una vez seco se criba o tamiza y puede envasarse en bolsas de polietileno de diferentes tamaños, que tengan aireación, para su venta. Los materiales más gruesos producto del tamizado se integran nuevamente al lecho.
En un envase que deje entrar un poco de aire y con un 40 % de humedad, el humus mantiene sus cualidades durante muchos años.
Es importante tener presente que para que la actividad sea rentable las cunas deben manejarse como unidades de producción de humus con un ciclo de tres meses, al cabo del cual el lombricompuesto es extraído rápidamente aunque no esté totalmente listo.
Una vez retirada la mayor parte de la población de lombrices de la cuna, se extrae el humus inmediatamente, para someterlo a un proceso de homogenización.
El proceso de homogenización se completa en tres o cuatro meses por acción de las bacterias, y de las lombrices que no fueron extraídas al realizar la cosecha. La pila de post-elaboración se puede dejar a la intemperie lo cual mejora progresivamente la calidad del producto.
Por efectos del proceso de desterronado y tamizado del material, la pérdida en lombrices rezagadas puede rondar el 20% o más. Esta puede disminuirse si se tiene la precaución de colocar junto a la pila de post-elaboración una franja de estiércol para atraer con su olor a las lombrices rezagadas.
Para tener sólo una referencia orientativa, por cada tonelada de alimento que se coloca en una cuna en el período productivo, se extrae media tonelada de humus en tres meses de actividad. En el período de expansión, este resultado lleva más tiempo.
Un metro cúbico de humus pesa unos 500 Kg. Su peso específico es de 0,5-0,6. Si supera estos valores puede contener tierra (peso específico 1).
Cosecha de Lombrices y Humus
Extracción de lombrices
La separación de la lombriz y la cosecha del Lombricompuesto (Humus) se puede hacer dos o tres veces al año, dependiendo de la velocidad de descomposición del sustrato y para lo cual se puede optar por uno de los siguientes métodos:
Mecánico
Para el lombricultor que posee maquinaria el proceso consiste en tomar el lecho completo compuesto por lombrices adultas, jóvenes y pequeñas, y cápsulas dentro del sustrato y hacerlo pasar por la máquina separadora, con las cribas adecuadas accionando a las revoluciones previamente fijadas de acuerdo con lo que se desea conseguir, y obtener la separación de las lombrices del humus y de la parte de alimento no procesado.
El uso de la máquina es aconsejable cuando el lombricultor pretende destinar la totalidad de las lombrices adultas extraídas a la demanda de los pescadores o a la demanda de carne en general. Por el contrario, su uso está totalmente desaconsejado en aquellos casos en que se quieran utilizar las lombrices recogidas para poblar nuevos lechos.
Las cribas, tanto la rotante como la vibratoria, producen lesiones en las lombrices en un 50 % y en un 35 % de los casos, respectivamente.
Las lombrices heridas que son colocadas de nuevo en los lechos, mueren. Lo cual implica la disminución drástica de la población de lombrices en los mismos porcentajes anteriores.
Por otra parte, no hay que olvidar que la lombriz roja debe ser trasladada junto con el sustrato, si se quiere que no sufra ningún estrés irreversible y que siga acoplándose y produciendo humus regularmente.
Manual
Para la extracción manual puede presentarse una de las siguientes opciones:
Cuando el sustrato llega a la altura máxima de la cama, se suspende la alimentación y el riego por una semana, para obligar a las lombrices a consumir todo el material que no se ha transformado. Cumplido este tiempo, se extiende una malla plástica sobre la cama y sobre ella se suministra alimento de nuevo; una semana después se retira la malla con la capa superior donde ha subido la lombriz.
Se retrasa la alimentación por lo menos 4 días, luego se ofrece alimento en cantidad normal, en una capa de 6 a 8 cms, con lo cual la lombriz se concentra en la superficie. Al cabo de 2 ó 3 días, una vez poblada la superficie se procede a retirarlas manualmente.
Si la cría se realiza en cajas plásticas, la cosecha es mucho más sencilla ya que éstas tienen la parte inferior con perforaciones a través de las cuales pueden pasar las lombrices. Basta con depositar alimento en una caja y colocarla encima de otra ya llena, para conseguir la separación de las lombrices del humus sin intervención manual.
Dependiendo de la cantidad de lombrices, puede ser necesario repetir la operación de extracción hasta tres veces para conseguir separar del humus el mayor % de lombrices.
Para los procedimientos anteriores se plantea suspender durante unos días el suministro de alimento. Como las lombrices se acostumbran a una rutina determinada, ésta suspensión hará que estén hambrientas para cuando se les suministre la comida mediante la cual se hará la extracción.
Con la utilización de un cebo ya no es necesaria la suspensión en el suministro de alimento. Llegado el momento de realizar la cosecha de lombrices se prepara el cebo para atraer al mayor número de las mismas a la superficie de la cuna y proceder a su extracción. También se puede emplear borra de café o melaza.
El cebo se coloca sobre la superficie de la cuna en una capa de 4 a 6 cms, se humedece convenientemente y se cubre con mallasombra de ser necesario. Al cabo de 72 horas, esta capa, se llenará de lombrices. Una vez poblada la superficie por las lombrices se procede a retirarlas manualmente, introduciendo los dedos de la mano y agarrando el sustrato, o utilizando una horquilla carbonera u horquilla de heno.
Análisis químico
Estos valores son típicos, y pueden variar mucho en función del material empleado para hacer el vermicompost. Por otra parte, al tratarse de un producto natural no tiene una composición química constante.
Valores medios analíticos del humus del lombricompuesto |
|
Nitrógeno (N) | 1.5 a 3.0 % |
Fósforo (P2O5) | 0.5 a 1.5 % |
Potasio (k2 O) | 0.5 a 1.5 % |
Magnesio (Mg O) | 0.20 a 0.50 % |
Manganeso (Mn) | 260 a 580 ppm |
Cobre (Cu) | 85.0 a 100.0 ppm |
Zinc (Zn) | 85.0 a 400.0 ppm |
Cobalto (Co) | 10 a 20 ppm |
Boro (Bo) | 3 a 10 ppm |
Calcio | 2.5 a 8.5 % |
Carbonato de Calcio | 8.0 a 14.0 % |
Ceniza | 28.0 a 68.0 % |
Acidos húmicos | 5.0 a 7.0 % |
Acidos fúlvicos | 2.0 a 3.0 % |
pH | 6.5 a 7.2 |
Humedad | 30.0 a 40.0 % |
Materia Orgánica | 3.0 a 6.0 % |
Capacidad de intercambio Catiónico (CIC) | 75.0 a 80.0 meq/100gr |
Conductividad eléctrica (CE) | hasta 3.0 milimhos/cm |
Retención de Humedad | 1500.0 a 2000.0 cc/kg seco |
Superficie específica | 700.0 a 800.0 m2/gr |
Carga bacteriana (+) | 2000 millones de colonias de bacterias vivas/gr |
Elaboración de la harina de lombriz
Sacrificio:
Debe conocerse el peso de lombriz viva obtenida para hacer las proporciones de rendimiento en peso, en la harina producida.
Se prepara en un recipiente de boca ancha una solución salina de 10 ó 15% (100 a 150 gramos de sal por litro de agua) y en él se sumergen las lombrices totalmente; lo cual provoca movimientos violentos en las lombrices induciendo el purgado del tubo digestivo, tomando el agua un color verde.
Lavado:
Se lleva a cabo con agua abundante para retirar los desechos de la purga, hasta que el agua salga limpia. Para dejar escurrir el exceso de agua puede usarse una malla o colador que evite que las lombrices se vayan junto con el agua.
Secado:
Debe usarse preferiblemente una lámina metálica en la cual se extienden las lombrices uniformemente y se exponen a una temperatura inferior de 70 grados centígrados para evitar que se desnaturalice la proteína.
El secado se suspende cuando la pasta formada se deja remover con facilidad, siendo de aspecto vidrioso, frágil y quebradiza, lo cual ocurre más o menos a las 3 horas.
Molido:
Se realiza en un molino casero ajustado según el tamaño de las partículas que se desee obtener (finas o gruesas) dependiendo del uso posterior. Es importante controlar la temperatura que no debe sobrepasar los 70 grados centígrados, para evitar daños por temperatura a la proteína. Para grandes explotaciones se utilizan molinos industriales.
Luego de molida la harina, se pesa y se hace la relación en porcentajes de peso seco con relación a la lombriz cruda, obteniéndose así el rendimiento en peso, el cual oscila entre el 20 y 25%.
Análisis bromatológico de minerales y aminograma de la harina de lombriz a partir
de 100 gramos de muestra.
BROMATOLOGICO
- Proteínas 63,4%
- Grasa 9,91%
- Fibra 0,70%
- Humedad 8,26%
- Cenizas 8,61%
MINERALES
- Calcio 1,30%
- Fósforo 1,05%
- Sodio 0,62%
- Cloro 0,75%
MINOGRAMA (Parcial)
- Lisina 8,27%
- Metionina 1,00%
- Proteína meteanina 3,7
ENERGIA
- 2.530 Kcal/Kg
Empaque y almacenamiento:
Puede empacarse la cantidad de harina de lombriz en bolsas plásticas limpias y secas, las cuales se cierran herméticamente para prevenir exceso de humedad. No es muy recomendable el uso de las bolsas de papel por cuanto la harina de lombriz se humedece muy fácilmente con la humedad ambiental o atmosférica, lo cual puede facilitar el ataque de hongos u otros patógenos, que la contaminan y degradan rápidamente.
Harina para alimentación humana
Para consumo humano, las lombrices luego de cosechadas deben purgarse con harina de trigo o maíz, logrando así que el intestino quede completamente libre de sustrato; para la obtención de la harina el procedimiento es igual al anterior pero debe extremarse el manejo de este producto cárnico para prevenir posibles contaminaciones.
Otras utilidades de la lombriz
Características como el no sangrar al producirse un corte en su cuerpo y el ser totalmente inmune al medio contaminado en el cual vive, así como la alta capacidad de regeneración de sus tejidos, son motivo de investigación científica, en medicina, para aplicar en los seres humanos.
Además del colágeno presente en las lombrices, la industria farmacéutica extrae otros productos base. A partir del líquido celómico, contenido en el celoma, se han producido antibióticos de uso humano para combatir enfermedades como el tifus.
Venta de lombrices para cría
Puede realizarse por:
Unidades: Se trata de animales adultos, tomando como referencia la unidad de peso el kilogramo, y que una lombriz pesa en promedio 0,6 gramos.
Por peso: Aquí van incluidos animales de todos los tamaños, sin contar cápsulas y recién nacidos. Para el pesaje, sino se tiene una balanza, se utiliza un tarro vacío de leche klim, que lleno de lombrices, pesa un kilo y contiene aproximadamente de 3.500 a 4.000 lombrices.
Por lecho: Contiene animales adultos, juveniles y cápsulas con una densidad óptima registrada por metro cuadrado. Para este caso se utilizarán cajas especiales con sustrato suficiente para sobrevivir 10-15 días.
Patologías de las lombrices
La lombriz californiana es un animal muy confiable dado que no sufre ni trasmite enfermedades (Cuevas, 1991), Tampoco produce impacto ecológico ante una eventual fuga a un medio natural. Es muy raro que ocurran enfermedades en criaderos de lombrices, en cambio es común encontrar daños ocasionados por las condiciones de la cuna.
Puede ocurrir que el hábitat sea alterado por la acción de bacterias, aire, calor o frío, así como también escasez o abundancia de agua. Otras causas pueden ser:
Lesiones e infecciones producidas por acción de insectos o parásitos, la presencia de moscas y mosquitos, ciempiés, bichos, hormigas. Si la lombriz es herida cerca del clitelo puede infectarse y morir. La muerte del animal provoca una pequeña fermentación que causa daño a otras lombrices.
La presencia de sustancias nocivas en la comida puede provocar una disminución de las lombrices y una pérdida de peso. En algunos casos afectan la musculatura de las lombrices impidiendo su locomoción o el apareamiento.
Intoxicación proteica o “gozzo ácido”. Este es un síndrome desencadenado por la presencia de un alto contenido de sustancias proteicas (no transformadas) en el alimento de las lombrices.
Al ser atacadas estas proteínas por las enzimas que la lombriz posee en su sistema digestivo se da una alta producción de Amonio, presentando la lombriz inflamaciones en todo el cuerpo, muriendo a las pocas horas.
La presencia de este alto contenido proteico puede estar acompañado por un proceso de descomposición debido a la proliferación de microorganismos cuya actividad genera gases y aumento de la acidez del medio. Las lombrices se ven entonces obligadas a ingerir alimentos con una elevada acidez que no alcanza a ser neutralizada por la limitada secreción de sus glándulas calcíferas. Por consiguiente, el proceso de fermentación continúa en el buche y en el ventrículo del animal agravando el estado inflamatorio.
Los principales síntomas son: abultamiento anormal de la zona clitelar, las lombrices se vuelvan rosadas o blancuzcas, se quedan en el fondo de la cuna y disminuyen su actividad o mueren. Cuando pase esto es necesario controlar el pH de la cuna, removerla con suavidad para favorecer la oxigenación y regular las reacciones ácidas mediante el uso de carbonato de calcio.
Para tener un buen criadero, es necesario tomar las siguientes normas de prevención:
- Probar siempre el nuevo material, poniendo durante dos días algunas lombrices y controlando su estado de salud.
- Controlar la temperatura y el agua.
- Cuando se incorporen harinas comerciales o alimentos más fuertes, echarlos con precaución y en pequeñas cantidades.
Patologías.
Las enfermedades en los criaderos de lombrices no son muy frecuentes aunque el hábitat de las lombrices puede verse afectado por la presencia de bacterias.
La patología más importante es la intoxicación proteica, provocada por la presencia de un elevado contenido de sustancias ricas en proteínas no transformadas en alimento por las lombrices.
Estas sustancias proteicas en exceso favorecen la proliferación de microorganismos, cuya actividad genera gases y provoca un aumento de la acidez del medio.
Las lombrices ingieren los alimentos con una excesiva acidez que no llega a ser neutralizada por sus glándulas calcíferas. Por tanto, se produce la fermentación en el buche y en el ventrículo provocando su inflamación.
Los síntomas más frecuentes suelen ser el abultamiento de la zona cliterar, coloración rosada o blanca de las lombrices y una disminución generalizada de su actividad.
Como medida de control se debe remover la tierra para favorecer la oxigenación y la aplicación de elevadas dosis de carbonato cálcico.
Enemigos de las lombrices
El hombre se encuentra entre los principales enemigos de la lombriz. En estado silvestre, las daña con el uso de antiparasitarios, insecticidas y abonos químicos.
En el criadero también la mayor parte de los parásitos y enemigos de las lombrices proliferan por descuido del lombricultor.
La presencia de escarabajos, moscas, ciempiés, ácaros y hormigas es indeseable, pues compiten por el consumo de alimento. No existen medios físicos eficaces para su control, salvo evitando que se instalen las colonias de parásitos mediante un buen manejo de las unidades de cría.
Dentro de las plagas de mayor importancia se conocen: las hormigas, pájaros, ratones, sapos, topos, la planaria, ciempiés, milpiés y algunas otras, que pueden causar serios daños en el criadero si no se toman las medidas de defensa apropiadas..
Los depredadores directos más frecuentes son los pájaros (cuervos, mirlos, tordos…) ya que excavan la tierra con sus patas y pico, siendo la medida de control más eficaz la cubrimiento del lecho con ramas o mallas, además con esta medida se evita la evaporación y se mantiene la humedad.
Como medida preventiva para eliminar las ratas y ratones se emplearán desratizaciones en puntos estratégicos de las instalaciones y además de medidas higiénicas.
Los topos son los peores enemigos de las lombrices, ya que practican túneles profundos a modo de excavadora. Se combaten protegiendo los lechos con materiales que impidan su acceso: ladrillos, mallas metálicas, etc.
La presencia de escarabajos, moscas, ciempiés, ácaros y hormigas es indeseable, pues compiten por el consumo de alimento.
Hormigas
Cierto tipo de hormigas ingiere los azúcares de los alimentos destinados a las lombrices.
Las hormigas rojas son depredador natural de la lombriz. Pueden en poco tiempo dejar a nuestro criadero sin un solo ejemplar.
La hormiga se puede controlar sin necesidad de químicos, con sólo que la humedad de la cama se encuentre en el 80 %. O sea que si en nuestras camas encontramos hormigas es un parámetro para diagnosticar que la humedad está baja.
Pájaros
Las aves pueden acabar poco a poco con un criadero de lombrices. Los pájaros se constituyen en los depredadores directos más frecuentes. Encuentran con facilidad a las lombrices, excavando la tierra con sus patas y pico. La medida de control más efectiva es el cubrimiento del lecho con ramas o mallas media sombra, colocadas directamente sobre
el lecho. Además con esta medida se disminuye la evaporación y se mantiene la humedad.
Ratones
Los ratones son otra plaga muy peligrosa para el cultivo de lombrices, pero se pueden controlar al igual que las hormigas manteniendo en los lechos la humedad alta o sea en un 80 %.
Como medida preventiva para eliminar las ratas y ratones se pueden emplear raticidas en puntos estratégicos de las instalaciones, además de poner en práctica medidas higiénicas.
Los topos
Los topos son los peores enemigos de las lombrices, ya que practican túneles profundos a modo de excavadora. Se combaten construyendo los lechos con materiales que impidan su acceso: ladrillos, mallas metálicas.
Planaria.
Esta plaga se controla con manejo del sustrato regulando el pH de 7.5 a 8. En pH bajos la planaria se desarrolla y comienza su actividad de depredador natural de las lombrices. Se recomienda no usar estiércoles viejos (con más de 20 días de haber sido producidos). Si hay plaga el estiércol suministrado como comida a las lombrices debe tener como mínimo 10 días de fermentación.
Otra recomendación es mantener un muy buen drenaje en los lechos, siendo preferibles los riegos breves y frecuentes que intensos y distanciados en el tiempo.
También se ha experimentado con éxito la colocación de pedazos de plástico para atraer a las planarias que se juntan debajo buscando refugio y luego destruirlas con cal viva.