La protección y conservación de las fuentes de agua del predio, debe ser uno de los objetivos básicos del agricultor, ya que sin agua, no se puede hacer agricultura ni criar animales.
Las fuentes de agua del predio pueden ser de dos tipos: a) las fuentes permanentes, que mantienen un cierto caudal todo el año, como los ríos o acequias, o b) las fuentes temporales, que se secan en el verano o en parte de él.
Las prácticas de protección y conservación del agua se inician con la reforestación de las zonas por encima de donde nace el agua y de sus riberas. La presencia de árboles y arbustos permite la percolación del agua hacia los mantos freáticos, para mantenerlos saturados y permitir la afloración del agua. Además evita la erosión del suelo, con arrastre de los sedimentos hacia los lechos de las fuentes de agua.
Por otro lado, debe evitarse la contaminación de las fuentes de agua. Esto se logra mediante el cercamiento de las riberas para impedir que los animales accedan directamente a los ríos y acequias, y así evitar que la contaminen con la orina y heces. Además, no se debe lavar utensilio, ropa, equipos, etc., directamente en las fuentes de agua, ya que se contaminan con detergentes, pesticidas y fertilizantes sintéticos.
En próximos artículos tomaremos cada tema en detalle. Espero que disfruten de esta información.