RESILIENCIA Y SEGURIDAD ALIMENTARIA LA HUERTA URBANA

Antes de entrar en el tema de las huertas urbanas, y evaluar de cómo podemos ser resilientes y garantizar nuestra seguridad alimentaria, quiero definir estos términos.  La resiliencia se define como la capacidad de sobreponerse a momentos críticos y adaptarse después de experimentar alguna situación inusual e inesperada.

En el último año todo el mundo se ha enfrentado a una situación inusual o inesperada, la pandemia del coronavirus. Además de esto, en nuestro país, hemos vivido una situación de conflicto social, donde se ha comprometido el flujo de alimentos y muchos otros bienes a través del país. Esto nos tomó por sorpresa, característica de cualquier pandemia y además se ha agregado el problema del conflicto social en el país, dejándonos en una situación en la que hay escasez de alimentos disponibles y los que se encuentran, presentan incrementos de precio que dificulta que muchas personas puedan acceder a los alimentos.

La seguridad alimentaria implica que haya alimento disponible, que tengamos medios para adquirirlos (dinero o la posibilidad de intercambio), que estos alimentos sean suficientes, inocuos y nutritivos y que la oferta de estos alimentos sea estable y continua. En los últimos días, hemos visto que no se cumplen estas características asociadas a la seguridad alimentaria para nuestras familias, comunidades y ciudades.

La seguridad alimentaria tradicionalmente la hemos tenido por ser un país tropical con capacidad de producir durante todo el año. Pero debido a la situación social que se ha presentado, considero que vamos a experimentar una deficiencia de alimentos debido a que muchas cadenas productivas han sido afectadas por la incapacidad de conseguir insumos para su producción, y los alimentos no se producen en un día. Lleva semanas a meses para producir productos vegetales y animales. Solo en el caso de la avicultura, hemos visto a los productores angustiados porque no pueden alimentar a sus aves, sean de carne o para la producción de huevos. Vimos imágenes de pollitos tirados en las carreteras porque no podían llegar al sitio donde se iban a engordar. También hemos visto camiones con alimentos perecederos parqueados en las carreteras sin poder llevar sus productos a los centros urbanos.

Pero, alguna vez ha pensado que su seguridad alimentaria, hasta cierto punto, ¿es su propia responsabilidad? En todas partes del mundo, muchas personas producen parte de sus alimentos en formas muy diversas, dependiendo de muchos factores como el clima, las plantas asequibles, etc. Incluso, durante muchas crisis mundiales, como la Segunda Guerra Mundial, se crearon huertas familiares que permitía que la gente tuviera acceso a los alimentos.

Hoy estamos en una crisis mundial debido a muchos factores como la pandemia, la reducción de la producción de productos y del comercio mundial lo que ha llevado a que muchos productos estén escasos. Esta escasez de productos de diversos tipos a su vez lleva a incremento de precios, limitando la capacidad para que las personas puedan accederlos, lo mismo que las empresas.

La alimentación es básica para la subsistencia humana. Si no tenemos alimentos suficientes, podemos enfermar e incluso, morir. Por esto es importante que todos seamos capaces de producir algún tipo de alimento.

El concepto de huertas urbanas ha existido probablemente desde el momento en que los humanos se asentaron e iniciaron la agricultura hace unos 10.000 años. Todas las civilizaciones han desarrollado las huertas urbanas.

Hoy en día, el hecho de vivir en ciudades con poco espacio nos ha llevado a dejar atrás este concepto y nos hemos vuelto consumidores absolutos. No producimos nada de alimento. Vamos a la tienda y compramos lo que necesitamos, pero, cuando estos alimentos no llegan, nos vemos en dificultades.

CONSIDERACIONES ANTES DE INICIAR UNA HUERTA URBANA

Hay muchas cosas que deben tomarse en cuenta cuando vamos a crear una huerta urbana. Esta no solo debe beneficiarlo a usted, sino que debe beneficiar a otros actores del medio ambiente, tanto humanos como animales y la salud del suelo y del planeta.

Para lograr esto, debe tener un plan y una estrategia multipropósito. Esto quiere decir que debe intentar integrar las plantas que va a cultivar entre ellas y tratar de mejorar el suelo en el cual se va a hacer el cultivo. De otra forma, puede producir algunas hortalizas y frutas, pero va a depender de insumos externos para mantener su capacidad de producción. Por ejemplo, los fertilizantes artificiales cada día son más costosos, además de que son sales que deterioran progresivamente la capacidad del suelo de ofrecer nutrientes a las plantas.

Para clarificar este concepto, tenemos que tener en cuenta que los suelos más fértiles del mundo lo son por la presencia de los microrganismos que son los que hacen que los nutrientes estén disponibles para ser utilizados por las plantas. Cuando agrego fertilizantes químicos, que son sales, mato los microrganismos del suelo, el suelo deja de tener la capacidad de ofrecer los nutrientes a las plantas, y nos volvemos dependientes completamente de estos fertilizantes.

El primer paso para la huerta urbana es sentarse y escribir que es lo que realmente se desea lograr. Algunos motivos para hacer una huerta urbana es reducir los costos de alimentación del hogar. Otro es embellecer un poco el espacio donde vivimos. Si va a cultivar plantas para comer, primero debe saber que le gusta comer. No siembre plantas que no le gusta comer.

Otros objetivos de la huerta urbana pueden ser:

-Obtener alimentos básicos: plantas que producen comida de sustento como papas, maíz, calabazas, etc.

-Plantas medicinales: las plantas aromáticas tienen muchos usos medicinales, pero también usos culinarios. Ejemplos de estas son el cilantro, albahaca, menta, etc.

-Plantas para fertilizar o cubrir el suelo: en zonas tropicales, el sol está presente siempre y su efecto de desecación sobre el suelo es importante. Al usar algunas plantas para cubrir el suelo, se reduce la radiación solar, se retiene la humedad en el suelo y se preservan los microrganismos beneficiosos. Para esto buscamos plantas que producen abundante biomasa y que rebroten rápidamente para tener suficiente cobertura durante todo el año. Por otro lado, hay plantas que son ricas en una serie de nutrientes y que, al plantarlas, nos permite fertilizar nuestra huerta. Un ejemplo son las leguminosas como los fríjoles que pueden tener función de fertilización y de alimento. Las leguminosas hacen relaciones simbióticas con microrganismos del suelo que les permite absorber nitrógeno del aire y, al caer sus hojas, aportan este nutriente al suelo.

-Verduras comestibles: estas son importantes para la salud por su aporte de nutrientes. Entre estas están las lechugas, espinacas, etc.

-Suplementos para la dieta: son alimentos que suplementan la dieta en nutrientes, pero también sirven para procesarlos en salsas o mermeladas. Ejemplos de estas son las bayas, tomates, pepinos, etc.

-Excedentes: si tiene la capacidad y espacio de producir alimentos en forma abundante, los excedentes de lo que no come puede ser vendido, usado para intercambiar por otros alimentos o, si puede, alimentar animales como gallinas, que pueden producir huevos y carne para usted.

El segundo paso es saber en donde vive. Esto es importante, porque si vive en una zona desértica no puede pretender producir alimentos de clima frio y viceversa. Para tener éxito en su huerta, debe hacerse una serie de preguntas como:

-El sitio que dispone para la huerta, cuanto sol recibe? En ese sitio, ¿hay espacios que reciben más o menos sol? ¿Puede encontrar plantas que le gusten y que sean tolerantes a la sombra o al sol directo?

-Cuanta lluvia recibe en su región al año? Esto porque las plantas no crecen sin agua. Si su huerta es pequeña, puede regarla según la necesidad, pero si el área es un poco más grande, ¿tiene suficiente agua para los riegos? ¿Tiene alguna forma de guardar agua de lluvia para que no le aumente el consumo de agua municipal?

– ¿Vive en una zona donde hay heladas que puedan destruir sus plantas? ¿Como puede protegerlas si hay heladas?

-¿Como es el suelo que va a usar para su huerta? ¿Tiene la capacidad de producir compostaje para fertilizar sus plantas? ¿Puede producir el compostaje o lo puede obtener en algún sitio a bajo costo?

-Que plantas son nativas de mi región? ¿Cuáles de estas plantas tienen la mayor probabilidad de tener éxito en mi huerta sin mayor intervención de su parte?

El objetivo principal de estas preguntas es saber si su huerta va a crecer naturalmente sin mayores insumos externos o se va a convertir un sistema de alto costo y trabajo.

Con este conocimiento de sus gustos y del ecosistema donde usted reside, ahora debe preguntarse que puede hacer para que la huerta sea exitosa. Sus metas deben ser alcanzables, por lo que es mejor empezar en pequeño con pocas plantas y en espacios pequeños y a medida que va adquiriendo experiencia, agregar nuevas plantas y espacio al repertorio.

Durante este proceso va a tener éxitos y fracasos. Aprenda de esto, pregunte a personas que tienen o han tenido una huerta. Estudie las plantas que escogió para su huerta y aprenda cuales son sus requerimientos. Por ejemplo, el tomate requiere de mucho sol y si el sitio donde lo quiere sembrar no tiene sino un par de horas de sol, probablemente no va a ser productivo. Aprenda cuales son las plagas que pueden afectar sus plantas y como prevenirlas.

Cuando ya ha estudiado que plantas pueden ser exitosas en su huerta, llegó el momento de conseguir las semillas o las plántulas que va a sembrar. No necesariamente tiene que comprar las semillas. Puede usar semillas de alimentos que usted come habitualmente, mientras no sean híbridos. Los híbridos son la combinación de diferentes variedades de una misma especia que se hacen para obtener un producto con una serie de características deseables. Pero cuando usted siembra un híbrido, la planta que obtiene no va a ser igual a sus progenitores y por lo tanto sus frutos pueden no parecerse en nada a estos. Es mejor usar semillas de polinización libre, es decir, aquellas que han sido polinizadas por el viento o por insectos y que tengan una historia de que las semillas producen plantas iguales a los progenitores. Así va a saber que producto se va a obtener. Pero no tenga miedo a experimentar. Siembre esas semillas del pimentón o tomate que comió y vea que produce.

Siguiendo estos pasos, planeando que va a hacer, que va a sembrar, como lo va a cuidar, va a tener éxito en su producción y puede lograr tener algo de seguridad alimentaria, ser resiliente ante las adversidades que se están presentando en el mundo de hoy.

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